lunes, julio 31, 2006

Lluvias por dentro...


Una vez, una amiga mí­a, al despedirnos me dijo: "sabes Moisés, ahora me pareces más humano...", es una frase que recordaré siempre, pues me dice cuan poco expreso mis sentimientos hacia las otras personas, así­ como dice el refrán: "caras vemos, corazones no sabemos".
Increiblemente rápido, el ser humano puede hacer el tránsito de la alegrí­a plena hacia la tristeza, una simple frase, un gesto insignificante, pueden abatir los espí­ritus más templados y los caracteres más fuertes.
Así­ pues, debo confesar que no soy tan fuerte como parezco, que me puedo quebrar con pequeñas cosas, "soy humano", a veces sucede y debemos saber sobrellevarlo, en fí­n, hoy me tocó.
Mañana será un nuevo dí­a, hoy llueve por dentro, mañana si Dios lo permite saldrá el sol, y si no, bueno, unos dias de lluvia a veces limpian la atmósfera poluida del espí­ritu.
Que tengas una feliz semana.

Abrazo.

sábado, julio 29, 2006

Tirar el sombrero del otro lado del muro...


Un hombre sediento encuentra una cerca alta camino al pozo de agua, la única protección que tiene contra el sol candente es su sombrero, se detiene a analizar sus posibilidades y llega a la conclusión de que lo mejor que podrí­a hacer (si pudiera hacerlo) es saltar esa cerca, o en todo caso, seguir caminando hasta encontrar otro pozo.
Como no le queda mucho tiempo para decidir, pues la sed lo aflige, se pregunta que es lo que le motivarí­a a pasar al otro lado de la cerca, entonces, luego de reflexionar, se quita el sombrero con todo cuidado, y lo arroja por encima de la cerca.
Ahora sabe que tiene que saltar o escalar la cerca, pase lo que pase, puesto que si no lo hace, no solamente perderá la deliciosa agua que aplacará su sed, mas también perderá su única protección contra la inclemencia del sol.
Luego de unos minutos de soportar el fuerte sol con la cabeza descubierta, se encarama en la cerca y logra escalarla, cruza al otro lado y triunfante, coge su sombrero y accede a la deliciosa agua....
Esta historia, con algunas variantes, la leí­ hace mucho tiempo en la revista Selecciones, por cierto una colección antigua recopilada por mi padre. El mensaje por detrás de la historia, es que hay ocasiones en que necesitamos arriesgarlo todo, renunciar completamente a nuestra seguridad actual, para poder desarrollarnos, para poder alcanzar nuevos horizontes.
Escribí­ un poco acerca de esto en el post "La inseguridad necesaria", no voy a entrar en detalles (espero escribirlo pronto) acerca de lo que me ha ocurrido recientemente, sin embargo, puedo decirte sin la menor sombra de duda, que si soñamos en grande, y entregamos esos sueños en las manos de Dios, Él nos ayudará a saltar las cercas de esta vida.
Tal vez luego de alcanzar "el agua" que necesitamos, podremos caminar mucho más lejos, alcanzar horizontes inexplorados, ricos, bendecidos.
Todas las gracias, los honores y la gloria, a Él, pues sin Él, nada somos.

Un abrazo.

Feliz Semana!!

domingo, julio 23, 2006

A su hora, en su momento, y a su tiempo...


A Su hora... en Su momento,
Él hará todas las cosas...a Su tiempo...
Y así­ me enseñará,
que Sus promesas cumplirá
A Su hora, en Su momento, y a Su tiempo...

A Su hora, en Su momento...
Él hará todas las cosas,
a Su tiempo....
Y mi vida yo pondré,
en Sus manos, para que:
suene Su canción en mí­,
a Su tiempo...

Y así­ me enseñará,
que Sus promesas cumplirá,
a Su hora, en Su momento,
y a Su tiempo...

Estas letras me inspiraron a esperar, te preguntarás: esperar qué?, bueno, siempre tenemos sueños, planes, metas, objetivos, aspiraciones, en fí­n, como prefieras llamarlas. Lo cierto es que a veces nos parecen tan lejanas y se nos antojan tan difí­ciles que nos sentimos tentados a desistir.

Una vez desanimados, levantamos los ojos y buscamos una salida, un consuelo, una esperanza. Quién no se sintió desanimado, solo, derrotado? Pues, en esas ocasiones, esta canción viene a mi mente, haciendo eco permanente, me recuerda que vendrán tiempos mejores, que mis sueños no son imposibles, que hay Alguien cuidando de mí­.

Hasta hoy me ocurrieron muchas cosas extraordinarias, sin duda alguna, no merezco nada de lo que recibí­, sin embargo, confí­o en Él, sé que me dará siempre lo mejor, aquello que ni siquiera con mis ojos miopes habí­a visto, me da aquello que para mí­ está en el infinito.

Nunca desconfí­es de Él, por muy difí­ciles que estén los tiempos, por muy oscura que esté la noche, aunque sientas que todo el mundo está contra de tí­, no olvides por ningún motivo, que Él está de tu lado....

Por eso, mi vida pongo en Sus manos, para que toque su mejor música, a Su hora, en Su momento..., a Su tiempo...

Un fuerte abrazo, que tengas una Feliz Semana!!