domingo, mayo 13, 2007

Feliz Dia Mamita!


Querida Mamita,
hace ya algunos años que estoy lejos de casa y en este día, que se celebra el día de la madre, una vez más, te llamé y hablamos poco, noté que estás contenta, y en tu voz, percibí el cuidado que ha tenido Dios contigo y me llenó de alegría tu vitalidad y fuerza.

Aquella vez cuando me despedí, la primera vez que salí de casa, para viajar lejos, recuerdo las lágrimas en tu rostro, y se agolparon miles de recuerdos en mi mente. Tantas experiencias juntos, tantas luchas, aventuras y sobre todo viajes; sí, aquellos viajes osados, inverosímiles, audaces y ahora lo veo, necesarios.

Los viajes en los que más aventuras he vivido son aquellos en que te acompañé, me iniciaste en esa arte tan poco conocida del buen viajar, de la prudencia, de la astucia y del compañerismo del buen viajero, mamita querida, sin percibirlo, me estabas entrenando para un viaje más largo, más difícil y desafiante.

Nuestras vidas, mamita, son como caminos a recorrer, en los que a veces hay horarios, itinerarios que conocer, gente que puede ayudar, tenemos que estar pendientes de aquello que llevamos con nosotros, y por supuesto debemos siempre tener presente a donde estamos yendo, como ves mamita, esas son habilidades necesarias para vivir, y es en eso que tú me has entrenado, en el arte de vivir.

Muchos años se han pasado desde la última vez que viajamos juntos, pero sabes mamita Ricardina, siempre que viajo me acuerdo de nuestros viajes. Ahora, viajo por mi cuenta en este mundo, con la protección de Dios, gracias por tus oraciones mamita querida, gracias por haberme criado y preparado, estamos separados por una gran distancia, pero nos une un gran amor, amor de madre a hijo, y amor de hijo a madre.

Donde quiera que estés en este momento mamita, al leer estas líneas, recuerda, que un hijo tuyo está viajando por esta vida, y está viajando para el mismo lugar que tú, sí mamita, nos espera la vida eterna, y hacia allí vamos, no dejes de orar por nosotros tus hijos a cada día, y recuerdanos siempre en la sencillez de tu ser, y en la sinceridad de tu sonrisa, de donde hemos venido, y sobre todo, hacia donde vamos.

Un fortísimo abrazo mamá Rica, y miles de besos para tí, te quiero muchísimo...

Tu hijo viajero, Moisés.