En nuestro diario vivir, enfrentamos situaciones de lo más diversas. Buenas, agradables, entretenidas, alegres, tediosas, descontraidas, felices, imperecibles, difíciles, inolvidables.
Esto significa que hay una gran cantidad de posibilidades por ahí, esperándonos a cada día, una vida intensa es reflejo de nuestras ganas de vivir, de nuestra actitud hacia el mundo.
Sin embargo, a veces es necesario parar, detenerse y mirar alrededor, mirar atrás, y por supuesto mirar hacia adelante, aprender de los errores y plantearse nuevas metas, asimilar lo que ya fue superado y prepararse para enfrentar desafíos mayores. Es en esos momentos que las personas necesitan SOLEDAD, para estar en paz consigo mismos, para cuestionar sus más profundos motivos. Para llegar a una comunión intima con Dios.
Por tanto, es necesario buscar la soledad de cuando en cuando, y entonces, una vez recuperados, una vez definidos los rumbos y replanteados los sueños, continuar, volver a los que nos rodean, disfrutar de quienes nos aman.
Un fuerte abrazo, que tengas una maravillosa semana.
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