Quiero presentarles a las personas con las que pasé este último fin de semana, amigos y amigas que hicieron agradable este largo fin de semana.
Fue muy constructivo e instructivo aprender de las experiencias de pequeños y grandes, al mismo tiempo que reconsideramos nuestra actitud al mundo y corregimos algunas inconsistencias en nuestra conducta.
La confraternización tiene la magia del espejo, en que se refleja nuestro caracter, ya que la actitud de los que nos rodean para con nosotros, no es más que el eco de lo que nosotros les damos a ellos.
Así pues, gracias a Dios por la amistad de cada persona que conocemos, por la confianza sincera y los ánimos de quienes de algún modo u otro, con diferentes intensidades y estilos, nos aprecian y lo demuestran a su manera.
Un fuerte abrazo, Que Dios Te Bendiga.
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