No recuerdo exactamente en que revista, libro o artículo leí que "cuanto más amplio nuestro vocabulario, también son más complejos nuestros pensamientos". Por lo tanto, cuanto más leemos más complejos serán nuestros raciocínios, es obvio que buena parte de nuestro pensamiento se vale de una herramienta importantísima que es el lenguaje.
Esto por supuesto puede extenderse al vocabulario propio en varios idiomas, quiere decir, que al aprender un idioma diferente, cuanto más amplio nuesto vocabulario, probablemente podremos elaborar y expresar oraciones y frases más complejas.
Este final de semana me encuentro justamente en medio de ese dilema, debido a que tengo que modificar un texto que no se encuentra en mi lenguaje "nativo", de modo que tenga algunas características adicionales, y por supuesto que cumpla el objetivo para el que fue escrito.
Aunque parezca irónico no estoy hablando de diferentes idiomas, al menos no de idiomas como castellano, portugués o inglés. Me refiero a lenguajes de programación de computadoras.
Sí, exactamente, resulta que mi lenguaje "nativo" de programación es el C/C++, al paso que debo modificar un "texto" (léase programa) escrito en Fortran, esto por supuesto me trae algunas dificultades, como es el hecho de entender la sintaxis y gramática propias del Fortran.
Estas dificultades serían minimizadas si el programa fuera pequeño, pero tratandose de poco menos de 6000 líneas de código, se torna una tarea respetable que debe realizarse con cuidado.
Me encuentro pues sumergido en escribir/aprender otro lenguaje, con el que tengo cierta familiaridad pero también experiencia limitada.
Aprender es un proceso diario y constante, algo a lo cual jamás debemos renunciar, sobre todo recordemos que: "El principio de la Sabiduría es el temor a Dios".
Un abrazo y feliz final de semana.
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