Cantando bajo la lluvia, bueno, ni tanto. La verdad es que el domingo que pasó, o será el sábado? en fin, qué importa el día exacto. A principios de semana, decidí hacer el recorrido a casa bajo una lluvia "clemente", que no me iba a dejar muy empapado, y sin embargo otra fue la historia.
Llegando a casa tomé un poco de bebida fría, valga decir que esa fue la gota que derramó el vaso, pues mi sistema defensivo ya estaba alicaído por consecuencia del intenso fin de semana.
Acabé pues cayendo enfermo, agripado y por tanto el día lunes quedé en cama, hasta las 15 ó 16 horas, recuperando fuerzas, a base de sopas y limonadas.
Hoy, casi completamente recuperado, veo con una sonrisa lo acontecido en la semana, puesto que el estrés y la vida agitada acaban con la fortaleza de nuestras defensas, cuantas veces, descuidamos nuestra salud para colocar otras cosas en primer lugar.
Gracias a Dios, una gripe no es nada grave, sin embargo si uno se descuida, puede llegar a tener consecuencias desastrosas.
La salud es, después de la vida, el don más precioso que recibimos, cuidemos de nuestro cuerpo y los demás aspectos, para mantenernos saludables.
Un abrazo, hasta la próxima ocasión.
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